lunes, 7 de julio de 2008

Gandalf versus Saruman



21 de junio de 2008
Nueva España 0 – Almería 1

Para Mariano que habría disfrutado la gesta

Hay partidos que trascienden su destino original y se convierten en verdaderas batallas en las que la derrota está prohibida.
Y el del sábado fue uno de esos partidos.
Jugamos contra un rival que utiliza la marrullería por sistema. Cada choque en que salían mal parados era una excelente oportunidad para lanzar una alarido lastimoso. Daban patadas y escondían la pierna. Recurrían al insulto barato como una supuesta forma de intimidación.
Aquí una muestra del alcance mental de nuestro rivales: corría el minuto quince del primer tiempo, íbamos cero a cero, y entonces acusaron a Carlos de estar haciendo tiempo por solicitar el cambio de un balón inservible.
¡Quién en su chingado-sano-y-puto-juicio puede pretender hacer tiempo a esas alturas del partido! ¡Y encima contra el Nueva España! ¡De qué sirve un empate contra el antepenúltimo lugar de la tabla!
Hay partidos que se convierten en una lucha entre el bien y el mal. Gandalf contra Saruman. El Correcaminos contra el Coyote. Lo que se juega va más allá de los tres puntos. En cada lance hay que arriesgarlo todo.
Hoy es martes, han pasado tres días del silbatazo final y yo aún no puedo saber qué parte de mi cuerpo está en peor estado: si la clavícula derecha que me saluda con un ¡click! poco amistoso cada vez que estiro el brazo, o si el muslo, también derecho, que siento duro como una lámina, tal y como si el partido hubiera terminado hace apenas diez minutos.
Es probable que el sábado contemple el importante partido contra el Chinchón (este sí equipo de linda gente) apoltronado en la banca. Pero no importa, cualquier cuota de dolor es barata al recordar nuestra triunfo ante el Nueva España.
Ganamos uno a cero con un horrible gol del Fofo.
Ganamos uno a cero con un hermoso gol que trajo un poco de justicia a un deporte que en lo general es extremadamente despiadado. En el futbol es común que gane quien no se lo merece; quien pega más; quién asesina al futbol.
Pero el sábado no fue así.
El sábado ganó el mejor.
A destapar botellas, a perseguir mujeres, que el sábado, señoras y señores, ganó el Almería.

1 comentario:

coco dijo...

que onda mi gato quiero mi camisa jajajjajaja