lunes, 26 de mayo de 2008

Tristes ciclos futboleros


21 de mayo 2008
Manchester United 1 – Chelsea 1
(5-4 en penales)

22 de mayo 2008
Santos 1 – América 0



Hola, Gatonzo:
Te escribo desde la biblio, como en los viejos tiempos, porque nuestra línea telefónica está secuestrada por un operador desconocido y estamos desconectados del mundo mundial.
Ya imaginarás. Yo de espaldas al televisor del bar, sin atreverme a mirar. En la cara de Gabriela adivinaba si el tirador había acertado o fallado. Los franceses saturaron el bar para fingir indiferencia y no mirar las pantallas, mientras el resto de los presentes, sobre todo españoles e ingleses, echaban fuera las tripas. Por un momento me abatió la idea del larguísimo camino evaporado en un soplo, tanta suerte, tantas circunstancias para alcanzar una final y nada. Pero luego me gustó que el barman, un inglés de Newcastle que apoya al Chelsea desde que vino a tomarse unas pintas a su barra Peter Chec y se hizo con él unas fotos, me dijo al salir: "El año que viene". El instante y la inexorabilidad de los ciclos, coño. Todo ahí. En fin, no menciono alegrías de otras latitudes para no echar la sal, sólo te mando un abrazo y hasta pro.
Que bien que se dejan caer.

Juan Pablo.


Hola, Champolion:
Eso de los ciclos futboleros es algo que me interesa muchísimo.
Escribo ciclos y futboleros y me parece un pleonasmo, porque únicamente ésos, los futboleros, son los que mueven mi vida.
Está el ciclo de ciclos, el fuego nuevo que se enciende cada cuatro años con el Mundial. Está el ciclo otoño-primavera en el que juegan las ligas importantes del mundo. Y el pequeño ciclo de los noventa minutos, en el que sin embargo, cabe una vida.
Joyce escribió un novelón de cientos de páginas con las andanzas de un señor en un día. Nosotros deberíamos escribir una novela, aún más grande (en todos los sentidos), con la historia de un aficionado en 90 minutos.
Sin ir más lejos ayer el América jugó durante 97 minutos como se juega cuando faltan tres. Lo que digo a continuación no es una licencia, es una frase literal: fue el partido más tenso de mi vida.
"El año que viene", dijo el cantinero y es una frase muy linda.
Una esperanza.
Y siempre es bueno tener esperanzas.
Nosotros dijimos muchos "al año que viene" y ahora no será al que viene, será en 100 días cuando nos sentaremos en una mesa, probablemente muy cerca del cantinero aquel, a tomarnos unas cuantas Chelseas.
Que pasen rápido los días.

El Gato.

1 comentario:

coco dijo...

que onda gato un fuerta abrazo desde irun ya mude de equipo ya te contare que pasa ok
saludos compadre sigo esperando los libros y la camisa del almeria jajajjajaja