martes, 20 de diciembre de 2011

Cuando el futbol sonríe



El domingo pasado el delantero sueco del Almería Henok Goitom anotó un gol bellísimo. Uno de esos goles imposibles con los que sueña todo aquel que ha pateado un balón.

A Goitom le bastaron unas milésimas de segundo para inventarse un prodigio. Con unos cuantos movimientos fue capaz de crear un instante fugaz y eterno al mismo tiempo. Por actos semejantes, hace miles de años, nació el germen de la literatura: alguien fue a conquistar tierras y se encontró con un guerrero de la estirpe de Goitom y a su regreso habló de gigantes poderosos e invencibles; de hombres que volaban y tenían poder sobre los objetos.

Ayer, apenas, en un texto de Juan Cruz encontré una exacta definición del futbol del Barcelona: “Juegan como si estuvieran soñando”. Pues eso: Henok Goitom soñó que anotaba un golazo y por fortuna muchos almerienses participábamos de aquel sueño.

Que nadie venga a despertarnos.

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