lunes, 26 de marzo de 2012

Antonio Vega y una anónima chica de ayer

Ayer crucé algunos tuits con @balapodrida comentando lo tristes que eran las canciones de Antonio Vega y de allí pasé al recuerdo de su muerte en la primavera del 2009. Hace ya casi tres años.
Nunca olvidaré que fue en primavera porque en los comentarios que hacían los lectores de El País, en la nota que anunciaba la muerte de Antonio, me encontré un texto que llevaba implícita la presencia de una primavera madura. De días que se hacían cada vez más largos.
Copié el comentario pero no el nombre de la autora.
Tengo la esperanza de encontrarla un día para agradecerle la belleza de su texto:

“Volabas ya hacia el infinito mientras yo, ignorante de todo, disfrutaba del mar de Cádiz al que vine arrastrando penas. A estas horas no me queda más que dedicarte mis lágrimas y esta puesta de sol que muchas veces adorné con tus canciones. Gracias por lo que me diste y lo que me dejas. Fui y soy una de esas chicas de ayer a las que dejas tremendamente solas. La adolescencia feliz hoy está más lejos que nunca...”

Lo dicho: todo lo que Antonio tocó alguna vez lo tiñó de melancolía.

No hay comentarios: